Entre sombras y risas, una máscara oculta,
doble cara, falsa imagen.
Palabras de amistad sobre acciones traicioneras,
en la espalda te susurran, son serpientes traicioneras.
No confíes en su suerte, solo busca tu lealtad,
que entre risas falsas siempre pedirá.
No confíes en su palabra, la memoria fallará,
lo que hoy te dijo, mañana olvidará.
El que avisa no traiciona,
soy un hombre de palabra solo frases de refranes,
sin valor ni palabra.
No confíes en su suerte, solo busca tu lealtad,
que entre risas falsas siempre pedirá.
No confíes en su palabra, la memoria fallará,
lo que hoy te dijo, mañana olvidará.
Explicación:
Esta letra explora la complejidad de las relaciones humanas, especialmente aquellas que están marcadas por la desconfianza y la traición. La metáfora de «entre sombras y risas» establece un tono de ambigüedad y engaño, sugiriendo la existencia de una realidad oculta detrás de una fachada de alegría.
La descripción de una «máscara oculta, doble cara, falsa imagen» pinta una imagen de personas que no son lo que parecen, que esconden su verdadera naturaleza detrás de una apariencia amigable. La analogía de las «serpientes traicioneras» refuerza la idea de la traición disfrazada de amistad, sugiriendo astucia y engaño.
Las instrucciones de «no confiar en su suerte, solo buscar la lealtad» revelan la importancia de mantener la integridad personal y la fidelidad en medio de un entorno de apariencias. La advertencia sobre las «risas falsas» subraya la idea de que incluso en momentos aparentemente alegres, puede esconderse la traición.
El consejo de no confiar en la palabra de los demás, ya que «la memoria fallará» y las promesas serán olvidadas, sugiere una mirada crítica hacia las garantías verbales. La afirmación «el que avisa no traiciona» se presenta como un principio en el que aquellos que advierten no son propensos a la traición, aunque el narrador revela ser «solo frases de refranes, sin valor ni palabra», indicando quizás una desconfianza general en las promesas convencionales.