El sabor de lo prohibido, el gusto por el peligro.
Estás ahí, pero no puedo decirte lo que siento.
Ella dijo, ¡que miras! (que miras)
Imposible no mirarte nena
Cuando pasas por delante, no puedo dejar de mirar
mirarte por detrás (por detrás)
Me dijiste que pensabas irte,
no lo hagas, te necesito aquí.
Puedo decirte lo que siento
pero luego, ¡no hay vuelta atrás!
si tu sabes lo que siento
si tu sabes lo que miro
ya no hay vuelta atrás
no hay vuelta atrás
Cuando pasas por delante, no puedo dejar de mirar
mirarte por detrás (por detrás)
Explicación
Esta canción evoca un sentimiento de atracción intensa y prohibida, donde el protagonista se encuentra cautivado por alguien pero se enfrenta a la dificultad de expresar sus sentimientos. Desde el principio, se establece un ambiente de riesgo y tentación, donde el sabor de lo prohibido y el gusto por el peligro se entrelazan. Este tema se refuerza con la línea «Estás ahí, pero no puedo decirte lo que siento», que transmite la lucha interna del narrador/a por mantener ocultos sus sentimientos.
La interacción con la persona objeto de deseo se presenta de manera directa, con un diálogo donde ella cuestiona la mirada del narrador/a, lo que sugiere una conexión visual intensa pero también incómoda debido a la situación. Sin embargo, a pesar de la dificultad para expresar sus sentimientos, el narrador/a reconoce la atracción irresistible que siente hacia esta persona.
La letra también aborda el miedo a la pérdida, con el narrador/a suplicando a la persona amada que no se vaya, destacando la necesidad de su presencia. Sin embargo, la confesión de sentimientos viene acompañada de la advertencia de que una vez expresados, no hay vuelta atrás, lo que añade un elemento de riesgo y vulnerabilidad a la situación.
La repetición de la frase «no hay vuelta atrás» refuerza la idea de que una vez que se han manifestado los sentimientos, no se puede retroceder, lo que agrega una tensión emocional al conflicto.
