Escribiendo el artículo sobre netflix me di cuenta que desde hace años ya no me atrae ir al cine. Las razones pueden ser muchas mas allá de la comodidad que me genera ahora ver las mismas películas que están en el cine en la comodidad de mi casa. Poder hacer pausa para ir al baño, buscar algo en el celular, ir a la cocina a buscarme algo de comer y que nadie me moleste son unas de las principales razones, pero además hay que sumarle el ahorro de dinero que supone no desplazarse hasta el cine.
La última vez que fui fue a ver «It» la primera parte, el ambiente de sonido bien fuerte en ciertas partes de la película fueron muy disfrutables pero el murmullo continuó, las risas en partes de la película que no eran graciosas, el ruido a pop crujiente en los dientes de los presentes y algún que otro sonido de celular me molestan mucho a la hora de ver una película. Si a esto le sumo que las butacas parecen diseñadas para personas que miden entre 1.50 y 1.60 y no tenes lugar donde meter los pies y las rodillas, la experiencia cine es algo que ya no extraño para nada.
En casa la posibilidad de cambiar la película y ver otra está al alcance de la mano, mientras que en el cine una vez pagaste ya no puedes cambiar de sala para ver otra película.
Hace ya unos cuantos años fuimos con Inés a ver una película al cine de Montevideo Shopping, la peli se llamaba «Todavía te quiero». Al momento de ir a pagar la entrada la cajera nos dijo, «van a estrenar sala», en el momento no entendí a que se refería, pensé que sería una sala nueva, pero al estar entrando me di cuenta de la razón, no había nadie en la sala, éramos ella y yo, nada más. Luego de unos 10 minutos de iniciada la película llego otra pareja, nos saludaron y los cuatro nos reímos. Unos 15 minutos después la pareja nos volvió a saludar pero para despedirse. Nosotros como buenos machetes dijimos, ya pagamos, por más que la película sea una porquería la vamos a ver hasta el final. Y así fue… no creo que mucha gente en el mundo pueda decir que pagaron una entrada para ver una película en el cine completamente solos.
Pero cosas como estas o nunca se dan o se dan muy poco y lo normal es el cine lleno y gente muy molesta alrededor. Podría extenderme hablando de los precios de las entradas, de lo que te permiten entrar para comer y tomar y lo que no pero creo que ya quedó claro que soy parte de esa gente que dejo de ir al cine y no lo extraña.