Franca, Carta a poste restante

Creo que fue por el año 2003 que de pura casualidad entré a trabajar en un cyber por la noche, en aquella época estaban de moda y había muchos en pocas cuadras a la redonda. Mi horario era de 23:00 a 07:00 y en esas ocho horas de trabajo realmente pasaba de todo con los clientes y algunos nuevos amigos pero hoy me voy a centrar en ella, en Franquita. 

Todos los clientes tenían sus características muy marcadas que día a día formaban una cierta rutina al momento de llegar y pedir una máquina. Franca era totalmente distinta, salvo su siempre buen humor ella nunca se repetía. Todos los días al entrar tenía una ocurrencia distinta, llevarse puesta la puerta, venir sin plata, llegar hablando y olvidarse de pedir la máquina, o que de casualidad desde la cartera se le cayera un porro arriba de la mesa y quedara completamente roja.

Ella era distinta, y para mis ojos de joven de 19 años ella generaba un nerviosismo enorme. Siempre fui de trabarme al hablar pero con Franca todo empeoraba y ella se reía de eso, creo que siempre se dio cuenta que yo moría por ella y no podía controlarlo. 

Un día con la jugada mas boba que podía idear, le pedí su correo para agregarla al MSN y poder imprimir un documento que ella necesitaba. Claramente entendió muy rápidamente mi jugada y sonriente como siempre me dio su correo y me dijo «agregame». Desde ese día yo cada tanto le hablaba tratando de conocerla un poco más por fuera de la corta charla en el cyber. 

Cuando deje de trabajar en el cyber de todas formas seguimos en contacto y si bien ya no podía verla con la asiduidad de antes ahora podía hablar de otros temas que no fueran el estudio, aunque eso fue en realidad gracias a que ella misma me lo planteó. Yo era muy tímido y casi siempre repetía las mismas y bobas preguntas, pero gracias a ese reclamo que ella me hizo, («hablemos de nuestras vidas y de lo que nos pasa día a día y no del estudio») fue que la relación creció a una linda amistad virtual. 

Hablamos de la ausencia de su padre, de la relación con su madre, y de muchas cosas de la vida. No recuerdo si ella era mucho más grande que yo pero dialécticamente hablando me superaba y me enseñó mucho durante mucho tiempo en largas charlas que manteníamos por MSN. 

Esas charlas con el tiempo se fueron distanciando y muchas veces el destino hace que uno sienta cosas y no sabe porqué pero un día al sentarme en la computadora sentí la necesidad de hablar con ella y algo me dijo que me fuera a fijar en que andaba. Cuando entré en su perfil fue que me enteré de la trágica noticia, corriendo tras su perro que había bajado a la calle, un auto a gran velocidad la había atropellado y matado en la rambla del Parque Rodó. 

La noticia fue dura y el no poder compartirlo con nadie fue aún peor. Mientras su perfil estuvo activo solía ir a ver los comentarios de gente que como yo no podía creer que una vida tan joven se había ido de esa forma tan cruel.

Una vez en una de esas charlas que teníamos me contó que le habían puesto su nombre por una canción de Jaime Roos y me la paso para escucharla. Nunca la había escuchado antes pero era casi tan linda como lo era ella. 

Hoy la música random me trajo Carta a poste restante y nuevamente pensé en ella, pasaron muchos años pero todavía tengo en mi memoria esa cara sonriente que siempre tenía al entrar al cyber.  

Te debía una carta franquita, no se si esta a la altura, pero cumplí.  

Video de Jaime Ross

Letra:

Franca, Franca ¿dónde andás en Navidades?
El altiplano te robó.
La flor que me has enviado de Coroico
con los días marchitó.

Tus polleras se entreveran,
se entreveran en mi cabecera,
Y tus pañuelos de seda,
banderines de las carreteras…

Franca, Franca ¿dónde andás en Navidades?
¿Qué jardín te hipnotizó?
Mis líneas esperan en Poste Restante
tu posible migración.

Los papeles que se vuelan,
que se vuelan desde mi ventana…
Y el cartero no aparece,
no aparece y se fue la mañana.

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