Si bien Montevideo es una ciudad bastante verde y tiene muchos pulmones como el Parque Batlle, el parque Rivera o la propia rambla, cuando se tiene ganas de hace un poquito de ruta y estar en lo que se puede decir una zona de campo, respirar aire puro pero sin salir de montevideo, punta espinillo es el lugar ideal.
Se encuentra casi en el límite con el departamento de San José, desde el centro de Montevideo son más o menos unos 30 km que se pueden hacer en unos 40 minutos a velocidad normal (moderada). Llegar no es para nada difícil ya que está señalizado. Las calles están en condiciones aceptables y según el camino que escojas siempre van a ser asfaltadas.

El parque es de grandes dimensiones y hay espacio para los que gustan tener un parrillero disponible con mesas y bancos como también para los que les gusta el asado en el piso con sillas playeras. Hay una zona de camping con pequeñas cabañas que por lo que se, son bastante accesibles. Hay baños, un parador, sección de juego de niños y mucha naturaleza a las orillas del río de la plata.
Nosotros siempre que vamos nos quedamos en un lugar que está un poco apartado de los parrilleros pero que tiene una excelente explanada para correr y jugar a la pelota. Si hace frío da el sol de pleno y si hace calor caminas unos pasos y grandes eucaliptus dan una gran sombra. Una conservadora, comida, sillas playeras o una sábana para el piso, una pelota, un poco de música (bajito) y la naturaleza dan el marco perfecto para pasar una gran tarde jugando con Rodrigo.
Si bien no hay un acuerdo firmado al entrar al parque cuando uno está en un lugar con el auto y llega gente nueva se pone a una distancia prudente para permitir que todos puedan disfrutar de su espacio y de su música en caso de estar escuchando. En muchas ocasiones se pueden ver reuniones con más de 10 autos juntos, cumpleaños, etc, todos en su mundo sin molestar a nadie y por suerte algo a destacar es que en su mayoría no dejan mugre al irse, obvio que gente sucia hay en todos lados pero el parque siempre se lo ve limpio.
Mi historia con el parque
Durante mi niñez fui muchas veces ya que mi padre solía ir con amigos a comer asado, pescar y pasar agradables momentos.

Mis recuerdos del parque son de verlo tal cual se puede ver hoy, limpio, agradable y con mucha cantidad de árboles. Mi viejo tenía una gran carpa para ocho personas, era de tela, muy pesada, costaba un poco armarla porque los caños eran hierros muy pesados. Fuimos en invierno, en verano, no importaba la estación del año, siempre lo pasamos bien.
Hoy 30 años después son recuerdos de mi niñez que me hacen muy bien cada vez que los rememoro. Por esa razón es que desde que Rodrigo nació junto a su madre vamos a Punta Espinillo y si bien no recorremos los mismos lugares que solía ir con mi padre generamos un lugar propio muy hermoso, porque la vida también se trata de eso, rememorar y crear nuevos recuerdos. Por eso cada vez que voy regreso a ser aquel niño que corría atrás de la pelota y en algún momento despistado todavía espero que mi viejo me tire algún centro, pero también corro feliz de ver a mi hijo correr tras la misma pelota que alguna vez corrí yo.

Rodri corriendo por el campo de punta espinillo.
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