Si bien fui un domingo y tan solo estuve un par de horas creo que está muy claro que le pusieron La Paz a este pueblo porque lo que se respira en él es realmente PAZ.
El desencadenante para llegar a conocer este pueblo en realidad es la casualidad, la idea inicial era conocer El Puente Negro (hay otro articulo sobre esto) pero para llegar hay que pasar si o si por La Paz. Veníamos por la ruta 61 desde Colonia Suiza donde habíamos parado en el parque El Retiro para comer algo y al entrar en el pueblo lo primero que me llamó la atención fueron algunas construcciones muy antiguas pero a diferencia de muchos otros pueblos y ciudades del interior donde también hay muchas construcciones antiguas, estas estaban en perfecto estado de conservación.
Apenas habíamos realizado quizás tres cuadras a una muy baja velocidad y el asombro continuaba, era un pueblo muy lindo, pero el asombro llegó a su punto más álgido cuando llegamos a la plaza principal y vimos todos los puntos de atracción que la rodeaban.
En una parte hay murales con pinturas de las principales atracciones históricas (y por ende turísticas) del pueblo, a la derecha una casa muy linda donde está la sede de la junta departamental. En la esquina está la casa del primer maestro del pueblo Juan Daniel Costabel que además hoy brinda información turística y venden artesanías.

En la misma esquina pero enfrentada hay una casona antigua que seguramente tenga más de cien años de antigüedad, en ella hoy funciona una carnicería pero como cuando se quiere hasta una carnicería puede ser un atractivo, en sus paredes tiene excelentes murales con alusiones al pasado del pueblo.

Por la misma cuadra pero más adelante podemos ver la primera Iglesia Evangélica Valdense de América. Es una modesta iglesia con campanario que según vimos había sido restaurada hace poco tiempo y lucía en impecables condiciones tanto dentro como por fuera.
Enfrentada pero sobre la otra esquina a unos 60 metros se encuentra la Capilla de la Santa Cruz y Seminario Católico. Templo de la iglesia Católica construida en terreno donado por los hermanos Perez Bulter. Fue bendecida el 14 de septiembre de 1935. Tenía anexado un seminario que también ha servido de alojamiento de estudiantes y de actividades sociales y culturales. El conjunto de dos edificaciones que componen la capilla llaman mucho la atención por su tipo de arquitectura.

A la izquierda de la capilla en la otra esquina se puede ver una casa antigua de estilo español, del año 1858 fue de Perez Butler, es patrimonio histórico nacional y un cartel en su puerta reza lo siguiente: Primer edificio de la villa, sede la administración de la colonia agrícola del Rosario Oritental y vivienda de su director. Detrás había un gran galpón para cobijo de los colonos recién llegados, local de culto religioso y depósito de productos.

Por último la plaza Doroteo García es un atractivo en sí misma, rodeada en su mayoría por árboles Tipa y por una limpieza total tiene en su centro una escultura realizada por José Belloni. Pasar unos minutos de tranquilidad en esta plaza yo creo que da salud, no tengo pruebas pero tampoco dudas. Recomiendo ciegamente que paren un rato y respiren profundamente.
Llegamos de casualidad pero casi sin saberlo estábamos a punto de hacer un viaje en el tiempo, a un pasado de más de 100 años, donde no solo reina el buen gusto y la preservación de las cosas, reina la paz, realmente parecía que teníamos el pueblo para nosotros, pero que se entienda bien, no lucía abandonado, no lucía como algo viejo, lucia actual, brillante, pero como si fuera hace 100 años.
Galería de fotos:

Lamentablemente no cuento con una cámara como para captar la vista que hay desde esta esquina, lo que no se puede ver claramente en la foto pero si personalmente es la ciudad de Rosario. Otra postal que también parece sacada de hace 100 años.
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