Hay un dicho de Jean de La Fontaine que dice; Los libros tienen su orgullo. Cuando se prestan, no vuelven nunca. En mi caso me tocó estar de los dos lados. Tengo un libro de pintura que me prestó hace más de 15 años Mariana que jamás se lo devolví, y tengo varios libros prestados que jamás volvieron.
Si bien un libro es algo preciado y de gran valor sentimental muchas veces, es casi un acuerdo tácito que al prestarlo sabemos que no va volver, ahora, ¿que sucede cuando prestamos dinero?
La primera vez que preste plata fue de niño, pero en su momento no tome la dimensión que conlleva el prestar plata y el que te presten.
Primero que nada tengo que decir que no suelo pedir plata prestada, la última vez que recuerdo pedir dinero prestado fue cuando me compré la Play 1 que le pedí a mi madre la mitad que me faltaba (hace casi 20 años). Luego rigurosamente devolví el dinero en cada cuota pactada. Mi madre era muy recta y si bien prestaba también exigía la devolución y con eso me enseñó mucho.
Mi experiencia como prestador de dinero es realmente muy mala, la gran mayoría de las personas a las cuales les preste o no me la devolvieron o se enojaron cuando lo reclame y en algunos casos hasta perdí la amistad por esa razón.
Estoy muy lejos de ser una persona con dinero, soy un trabajador que vive al día y que intenta ahorrar lo más que se pueda para los momentos difíciles o poder darme un gusto en mi licencia. Normalmente cuando veo a un amigo apretado económicamente que la está pasando mal trato de ofrecerme en prestar dinero o buscar la forma de ayudarlo de alguna manera posible. Si al final terminó prestando dinero obviamente tengo claro que ese préstamo no va regresar al mes siguiente, ni al segundo mes, ni al tercero, porque si se presta es porque realmente se entiende que la devolución va demorar. El espíritu es ayudar y no ahorcar. La problemática viene cuando pasan los meses, la situación económica de la persona a la cual se le prestó dinero mejoró, ves que ya puede darse gustos que obviamente antes no podía y pese al buen pasar no muestra interés ninguno en iniciar una devolución paulatina del dinero prestado. El prestamo quedó en el olvido total.
Lamentablemente esta situación me sucedió varias veces y siempre con amigos o conocidos cercanos.
Hace muchos años una compañera de trabajo me pidió prestado dinero para ayudar a su madre que estaba pasando por un momento complicado. Se lo preste y no acorde con ella mes a devolver ni cuotas, entendí y le dije que lo hiciera cuando estuviera en situación de hacerlo. Pasó un año y medio y el que estaba ahora con su madre enferma de cáncer y necesitando el dinero para ayudar era yo. Ya no trabajabamos juntos pero si teníamos contacto por lo que le consulte si se encontraba en situación de iniciar una devolución del dinero explicando mi situación actual. Ella tomó ese pedido como una falta de respeto, me devolvió el dinero y me retiró el saludo. Hasta el día de hoy si me ve, no me saluda.
Otro caso es el de una familia la cual yo sabía que estaban en la mala pero el pedido de ayuda era casi mensual y mientras ayude era contactado y tratado con respeto, cuando por razones obvias (no soy un prestamista y no me sobra la plata) empecé a decir que no podia porque tenia otras prioridades (mi hijo por ejemplo), ese respeto desapareció y no solo casi me dejaron de hablar, jamas me devolvieron ni un solo peso de todos los que preste durante muchos años.
Préstamos para pagar cuotas de colegios, para recitales, para supermercado, ropa, comida, etc etc realmente preste (dentro de mis posibilidades) bastante dinero pero la ultima vez fue en mi anterior trabajo donde luego de prestar y acordar la devolución seis meses después, cuando llegó la fecha no se tocó el tema, un año después cuando en plena pandemia yo estaba en medio seguro, no llegando a fin de mes y esta persona estando en buen pasar ya que tenía su trabajo en plenitud solamente me dijo que no se había olvidado de que me debía dinero. Pasaron dos años y nunca me devolvió el dinero (hasta el día de hoy).
Este último caso me molesto tanto que decidí que esta fue la última vez que voy a prestar dinero. Soy una persona que no despilfarra dinero, no tengo vicios y trato siempre de ahorrar, esto quiere decir que cuando presto dinero estoy prestando tiempo invertido en mi trabajo, horas de vida que no dedique a otra cosa que me hiciera feliz, y esta es la razón por la cual no voy a volver a prestar dinero. No voy a regalar más tiempo de mi vida a personas mal agradecidas.
Solo espero que si algún día me toca ser yo el que necesite y pida prestado no me olvide de esto y no actúe como actuaron conmigo.